Duelo complicado

Duelo complicado, cuando el dolor crece con el pasar del tiempo

 

La mamá de Ana falleció hace 5 años en un accidente de coche. Fue en una noche de agosto, la señora fue a llevarle el botiquín que su hija había dejado en casa cuando de pronto un camión le impactó y apagó su vida.

 

Ana lo recuerda claramente, un médico le avisó lo acontecido con su madre. Ese momento lo cambió todo, no solo murió su mamá siino que Ana aún siente culpa y cree que la vida perdió sentido.

 

Una muerte, una pérdida, una ruptura o divorcio son motivos suficientes para experimentar dolor, no obstante, como seres humanos nos adecuamos a la penosa situación por medio del duelo.

 

El duelo es una etapa de transición en la que nos adaptamos a una nueva realidad donde reconocemos la pérdida, la aceptamos y finalmente aprendemos a vivir con ella desde la dignidad.

 

De acuerdo con la psiquiatra Elisabeth Kubler Ross, el duelo tiene cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Estos estadios pueden aparecer de manera lineal y también de forma aleatoria. Te explico brevemente:

 

• En la etapa de negación ocurre un estado de shock donde la persona se rehúsa a creer lo que está pasando e incluso niega rotundamente la pérdida.
• Mientras que en el estadio de ira la persona suele estar malhumorada, molesta consigo misma, con personas o circunstancias que formaron parte del desenlace. 

• Durante la negociación la persona quiere revertir la situación, busca alternativas para cambiar lo que ha pasado. 
• Luego viene la depresión donde el individuo comienza a tener contacto directo con el dolor, se da cuenta que no hay nada que pueda hacer y deja que la tristeza fluya.

• Finalmente llega la fase de aceptación. Es aquella en la que se asume que no se puede cambiar el pasado y se aprende a vivir tranquilamente con lo que ha sucedido.

 

Es importante señalar que especialistas de la salud mental indican que un duelo tiene una duración de uno a dos años, luego de ese periodo la persona comienza a resignarse y aceptar lo que ocurrió. Pero esto no siempre se da en todos los casos, hay quienes pasan mucho tiempo aferrados al dolor. 

 

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¿Por qué se complican los duelos?

 

El principal motivo por el que se complican los duelos suele 

ser una baja inteligencia emocional para gestionar los sentimientos y pensamientos que surgen con este proceso. 

 

Y es que cuando carecemos de inteligencia emocional no nos damos la libertad de sentir las emociones tras la pérdida, las negamos como si desaparecieran dentro de nosotros y lamentablemente no ocurre de esa manera. 

 

Si evitamos sentir dolor, desesperanza y ese gran número de emociones displacenteras las acumulamos en el fondo de nuestro psique, pero no tardará en manifestarse a través de trastornos de sueño, ansiedad o depresión. Además que cualquier mínimo estímulo hará que la persona se sienta afectada o aludida.

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Duelos complicados por divorcios o rupturas

 

Hace dos años Rogelio y Claudia terminaron su relación de pareja debido a problemas irresolubles. Tal parece que él siguió con su vida, hasta se casó luego 5 meses de haber roto con su ex.

 

Por su parte Claudia se mantiene apegada al que un día consideró “el amor de su vida”. Luego de tres años del rompimiento, Rogelio solo le escribió por ser el día de su cumpleaños y por eso Claudia guarda la esperanza de que su ex regresará con ella en cualquier momento.

 

El caso de Claudia suele ser más común de lo que te imaginas. Muchos luego de una ruptura se mantienen aferrados a sus ex parejas y empecinados en una esperanza negativa y tóxica.

 

Y es que en ocasiones los duelos por ruptura o divorcio pueden ser más complicados de manejar pues la persona sigue estando viva, pero con otra pareja rehaciendo su vida, mientras que el otro ex-miembro se niega a soltar por ego o dependencia emocional. 

 

¿Cómo reconocer que mi duelo se ha complicado? 

• Han pasado varios años y aún sigues apegado a una esperanza de que todo se revierta.
• Luego de mucho tiempo sigues sintiendo culpa al pensar en esa situación.
• Lloras excesivamente como ocurrió durante los primeros días así hayan pasado años o ignoras tu dolor, pero prefieres seguir ocultando tu pena.
• Te sientes desmotivado y que tu vida no tiene futuro. 
• Te deprimes.
• Piensas acabar contigo mismo porque el dolor no te permite estar en pie. 

 

Muchas veces con acciones conscientes o inconscientes complicamos nuestro duelo, dejándonos en un mismo sitio sin evolucionar ni aprender sobre lo acontecido. Mostrarnos cómo “los fuertes” y hacer cómo si nada, nos pasará factura en algún momento. 

 

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¿Por qué los duelos se complican?

Si bien es cierto que atravesar por un duelo no es algo sencillo, muchas veces sin querer lo complicamos con acciones cotidianas que pasan desapercibidas como revisar el perfil de Instagram  de la ex pareja o preguntarse el porqué de la muerte de alguien.

 

Otros factores como la personalidad, el temperamento, la relación con el desaparecido e incluso cómo fue “el final” puede empeorar el proceso. Por ejemplo, es más complicado sobrellevar el hecho de una muerte impredecible como un suicidio o asesinato, que lidiar con una más esperada (enfermedad, vejez).

 

Además, ideas como “los hombres no lloran”, “él no hubiera querido que yo estuviese triste” son creencias limitantes que enquistan el dolor, así que si estás atravesando por un duelo te sugiero:

• Conversar sobre lo que sientes: reconoce la rabia, ira, tristeza, y la pena que hay en tu interior. Al dejarlas salir te permites drenar ese cúmulo de emociones y sólo así podrás sentirte mejor. 
• Mantener una rutina: tener una rutina en la que puedas trabajar, ejercitarte y dejar tiempo para ti es lo más sensato para no complicar el duelo. La actividad física te ayudará a estabilizar los niveles hormonales que te llevará a estar mejor.
• No presionarte a ti mismo: los procesos adaptativos como el duelo llevan su tiempo. No te sientas mal por sentir que retrocedes pues llegará un momento en que la tristeza cesará.

 

Por último, acude a terapia psicológica si consideras que el duelo te sobrepasa. Ten presente que los psicólogos contamos con numerosas herramientas que te ayudarán a gestionar el momento y serás escuchado sin juicios.