Relaciones tóxicas
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Relaciones Tóxicas
Sabemos que una relación tóxica es una relación destructiva, que no es saludable y que a una de las dos partes o a ambas le está generando cierto daño o malestar. Las relaciones tóxicas no se dan solamente en el ámbito de la pareja, también se dan entre los miembros de la familia de origen.
Lamentablemente en consulta aparecen muchas veces personas viviendo relaciones abusivas. Puede ser de pareja (en su mayoría) pero también puede ser de familia (padre o madre) e incluso laboral. En el abuso emocional se incluyen críticas, humillación, culpas, engaños, amenazas, insultos, falta de cariño, todo ello para obtener de una manera enfermiza el control y el poder de la relación.
Algunos rasgos de las personas abusivas:
Al principio suelen ser personas atentas, cariñosas, un tanto excesivo, veneran demasiado a la pareja, parece que la idolatran (todos los extremos son malos) pero es una forma de conquistar, manipular y obtener lo que desean sabiendo usar su encanto. Muchas veces, minimizar la independencia para ellos es sinónimo de “estar enamorado”.- Proyectan al culpa hacia fuera para no asumir la responsabilidad de sus actos. Eso incluye culpar a la pareja de lo que sea que cree malestar incluso distorsionando la realidad.
- Minimizan tus puntos fuertes y tus logros: Tienden a invalidar los sentimientos del otro (“¿por qué haces una montaña de un grano de arena? Estás exagerando, eres demasiado sensible, no estás bien de la cabeza”) Negándose a aceptar o reconocer tus opiniones
- Te atacan cuando no estás de acuerdo con ellos. No toleran las diferencias de opiniones porque lo perciben como una oposición o un ataque personal.
- Ponen excusas a su comportamiento destructivo: estaba estresado, cansado, agobiado, exageró… De alguna manera estos argumentos le permiten justificar sus acciones y por tanto, a repetirlas.
- Te aíslan de tu familia y amigos y te convierten en un ser dependiente. Creerá que el hecho de que estéis juntos es señal de amor y además necesita controlar el espacio de su pareja fruto de su propia inseguridad. De esta manera van acortando los recursos de apoyo de su pareja. Esto lo pueden hacer consciente o inconscientemente.
- Ponen expectativas irreales en la otra persona y en la relación. Se sienten insatisfechos por mucho que tú te esfuerces, y te critican por no completar las tareas de acuerdo a sus parámetros.
Una cosa más que tienen en común las relaciones tóxicas y abusivas es que la persona abusadora es narcisista. Es decir, tienden a ser ególatras, siempre quieren ser el centro de atención, se sienten superiores y esperan que los demás los admiren y elogien. Necesitan atención constante pero la buscan a la vez desmereciendo al otro como hemos visto anteriormente.
Si tú te estás sintiendo identificad@ en este tipo de relaciones, seguramente también tendrás unos rasgos en común con las personas que viven relaciones tóxicas abusivas:
Sintomas comunes en una persona que sufre de relación tóxica abusiva:
- Baja autoestima
- Antepone las necesidades de los demás a las propias
- Bajo sentimiento de capacidad y valía
- Sentimientos de inferioridad
- Miedo a la pérdida de la relación
- Carencia afectiva (necesidad de sentirse amado)
A veces las personas me dicen que antes estaban muy bien y que tenían buena autoestima. Discrepo con esto. Lo que pasaba es que no había ningún estímulo externo que les confrontara con esos límites inconscientes. Uno no se da cuenta que no confía en sí mismo, por ejemplo, hasta que no tiene que afrontar un desafío donde la confianza sea necesaria.
Lo más importante en estos casos, es recuperar, nutrir, recrear, descubrir o inventar, un nuevo sentido del yo, auténtico, valuoso, amoroso, con un gran sentimiento de valoración propio, que se mostrará tanto a través del diálogo interno como de las acciones. Para ello puede ser indispensable para estas personas convertir su mente en su aliada y entender que el apego no es amor (pincha para leer el artículo completo)[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]