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Laia Gimenez Jori

Burn Out, cuando el trabajo enferma

Burnout laboral, cuando el trabajo enferma

 

Tal vez te ha pasado que hay mañanas en las que despiertas para ir al trabajo y te sientes cansado, tu cuerpo te comunica que estás agobiado y desgastado, ¡cuidado! esto podría indicar que padeces el síndrome del quemado o burnout laboral.

 

Aunque nos encontramos en tiempos de confinamiento y muchos trabajamos desde casa, sentirnos agobiados en nuestro trabajo es posible si no aprendemos a establecer límites y a mantener un equilibrio entre el espacio personal y las labores profesionales.

 

El síndrome de burnout, a veces traducido como “síndrome del quemado”, es un estado de agotamiento físico, mental e intelectual que surge debido a exigencias en el ambiente laboral y que de alguna manera deteriora diferentes aspectos de la vida del empleado.

 

Recientemente la Organización Mundial de la Salud reconoció el Burnout como una enfermedad, definiéndolo como un “síndrome derivado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no fue gestionado con éxito”. 

 

El término Síndrome del burnout fue descrito por primera vez en 1974 por Herbert Freudenberger, tras observar el comportamiento que presentaban oficiales en aquella época, los cuáles tenían un cuadro en concreto.

 

No obstante, en 1986 las psicólogas americanas C. Malash y S. Jackson definieron el burnout laboral como un conjunto de síntomas que abarca cansancio emocional, estrés, despersonalización, ansiedad que se da especialmente en trabajadores que están en contacto permanente con otros.

 

¿Qué causa el burnout laboral?

burnout

 

Aunque no existen antecedentes exactos para que alguien padezca el síndrome del quemado, hay un conjunto de factores que hacen que cualquiera se sienta desgastado en su puesto de trabajo, tales como: 

 

  1. Escasa motivación laboral: el empleado se siente desmotivado, no visualiza crecimiento profesional y no recibe gratificación por sus labores. 
  2. Problemas en el ambiente laboral: existen entornos laborales complicados, especialmente aquellos donde hay conflictos de egos, rumores, hostilidad, abusos o competitividad negativa. 
  3. Jefes tóxicos: algunos supervisores tienen escasa empatía por sus trabajadores, suelen ser exigentes y están cerrados a recibir alguna opinión de otros.

 

Investigadores señalan que los empleados más propensos a padecer el síndrome del quemado  son aquellos que se desviven por su vocación. Uno de los oficios más afectados pueden ser, personal sanitario, médicos, enfermeras, fisioterapeutas, así como también personas dedicadas a la atención al cliente, ventas, entre otros.

 

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¿Cómo identificar qué tienes el síndrome de burnout?

 

Marta tiene 10 años desempeñándose como enfermera de un centro clínico ubicado en Barcelona. Es una mujer de unos 33 años, casada y madre de unos gemelos con quienes comparte poco. 

 

Ella como todo personal sanitario es atenta, profesional e incluso sacrificaba días sin dormir por el bienestar de sus pacientes al punto de extender sus guardias por 36 horas.

 

Lamentablemente la salud de Marta se empezó a ver comprometida, comenzó a padecer ataques de pánico y fatiga crónica que le impidió trabajar una jornada completa.

 

El caso de Marta es bastante común y le puede ocurrir a cualquiera, aquí te muestro algunas maneras de darte cuenta que puedes padecer el síndrome del burnout laboral:

 

  1. Te despiertas desmotivado y estresado:

    en lugar de pensar en un día provechoso, tienes en mente que tendrás una jornada larga y pesada en la oficina. 

  2. Te cuesta arrancar tu jornada laboral:

    puedes llegar a la oficina o en caso de trabajar en casa, encender el computador, pero pasas demasiado tiempo para comenzar con tus actividades.

  3. Vives a la defensiva:

    te sientes estresado o sobrepasado por el mal entorno donde te desempeñas, tienes una conducta hostil con tus compañeros de trabajo y tus superiores. 

  4. Tienes frecuentes episodios de ansiedad:

    cada vez que sucede algo relacionado con el trabajo te sobresaltas, te cuesta descansar y se te dificulta desconectarte del trabajo porque “algo podría suceder”.

  5. Estás cada vez más alejado de tus compañeros:

    ya no te sientes en confianza con ellos, por eso prefieres tomar tu propio espacio o evitarlos la mayoría del tiempo.

 

Otros síntomas físicos como dolores de cabeza, agotamiento, náuseas, llanto inexplicable o mareos se hacen presente en el trabajador afectado. En el caso de las relaciones sociales, la persona suele aislarse y ensimismarse en su mundo.

 

¿Cómo puedes salir de ese estado?

burnout

Si has reconocido algunos de los síntomas en ti, te recomiendo que asistas a terapia psicológica lo más pronto posible para profundizar en tu estado actual. A través de la psicoterapia podrás trabajar en tus límites, valoración cómo profesional y hallar soluciones. 

 

Otras de las acciones que puedes poner en práctica son ejercicios de Mindfulness o meditación para conectarte contigo mismo. Además, te recomiendo disfrutar de las pequeñas cosas del día a día. 

 

Pero si no encuentras soluciones viables, lo mejor será tomar la decisión de abandonarlo y buscar un nuevo empleo, esta vez teniendo claro tus valores como persona y profesional. 

 

Es importante que siempre te mantengas al tanto de cómo te sientes con respecto a tu trabajo, pues la detección temprana del malestar puede ayudarte a evaluar nuevas opciones y no desgastarse demasiado.

 

También recuerda que puedes apoyarte en tus amigos y familiares. Ellos te brindarán su apoyo en medio de esta situación y creerán en las decisiones que tomes. 

 

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Cómo sobrellevar el burnout de tus empleados si eres tú el jefe:

 

Valorar el trabajo de tus colaboradores es el paso 1 para alcanzar el éxito en tu compañía. Cuando tus trabajadores se sienten respetados, motivados y en un ambiente ameno donde puedan desarrollar sus labores, seguramente lograrán grandes resultados. 

 

Una manera de impulsarlos a ser mejores es atendiendo a sus comentarios, escuchando lo que tienen que decirte y convertirte en el líder que guía el camino hacia las metas.

 

Klaus Balkenhol dice “hay una diferencia entre ser líder y ser jefe. Los dos se basan en la autoridad. Un jefe demanda obediencia ciega; un líder se gana su autoridad a través de conocimiento y confianza”.

 

Conforma un equipo fuera de serie con tus compañeros y notarás que el éxito será algo cercano. Recuerda que lo más valioso que tiene una compañía es su capital humano, y cuando ellos se sienten cómodos y satisfechos sacarán su máximo potencial. 

 

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