• Lunes

    Online - 9:00 - 20:00

  • Martes

    Presencial - 16:00 - 20:00

  • Miércoles

    Online - 9:00 - 20:00

  • Jueves

    Online - 9:00 - 20:00

  • Viernes

    Presencial - 10:00 - 14:00

  • Sábado

    Cerrado

  • Domingo

    Cerrado

Laia Gimenez Jori

Crisis existencial: cuando nos desconectamos de nosotros mismos

Crisis existencial: cuando nos desconectamos de nosotros mismos


En algún momento de nuestra vida podemos sentir que hemos perdido el rumbo, nos encontramos desorientados y desconectados de nosotros mismos, todo esto puede ser indicio de que estamos inmersos en una crisis existencial.

 

Una crisis existencial puede ser denominada como un periodo donde la persona se cuestiona el rumbo en que estaba llevando su vida; ¿hacia dónde voy? ¿me acompañan las personas correctas? Estas y otras son muchas de las interrogantes que nos hemos hecho en algún momento.

 

Alberto tiene 40 años, tiene casi 10 años de casado y 12 trabajando en un despacho de abogados. Él dice que desde hace unos meses leyó un mensaje en un blog sobre “sentirse pleno en todos los aspectos de nuestra vida”, en lugar de ayudarlo, el mensaje lo sumergió en un mar de dudas sobre su existencia. 

 

Aunque creamos que la crisis existencial viene de repente, hace su aparición cuando hemos vivido en “modo automático” bien sea porque no conectamos con las emociones, no atendemos nuestras necesidades o no prestamos la suficiente atención al día a día.

 

De modo que las crisis existenciales son un cúmulo de pensamientos y sensaciones que estaban adormecidas en nuestro interior, cuando repentinamente ocurre algo que nos mueve, desata ese sinfín de emociones displacenteras que nos llevan a cuestionarnos tal forma de vida.

 

¿Cómo identifico que estoy atravesando una crisis existencial?

 

Marcela tiene 25 años, acaba de graduarse de la carrera de periodismo en la universidad. Tiene tres años trabajando en diferentes áreas de su profesión, pero hasta hace poco la despidieron por “no rendir en el trabajo”, cuestión que la llevó a sentir una tremenda confusión.

 

Muchos podemos vernos como Marcela en algún momento, tal vez luego de un despido o una ruptura amorosa nos preguntamos cómo encauzaremos el rumbo de nuestras vidas.

En la crisis existencial los síntomas suelen presentarse poco a poco; comenzamos a sentir que algo no anda bien con nosotros mismos, que las cosas no marchan como esperamos, también nos puede pasar que:

1. Nos sentimos extrañados con nosotros mismos (nos cuesta reconocernos)

2. Empezamos a preguntarnos: ¿cuál es el sentido de la vida?, ¿hacia dónde vamos?, ¿quiénes somos?

3. Pasamos la mayoría del tiempo aburridos o absortos.

4. Ya no estamos interesados en algunas cosas que antes solían darnos placer y disfrute.

5. Sentimos deseo de cambiar nuestra rutina y vivir experiencias nuevas, pero no sabemos dar el primer paso.

6. Nos cuestionamos decisiones del pasado, hasta nos preguntamos si hemos elegido la profesión correcta o empezamos a dudar si estamos con la pareja ideal.

 

¿Las crisis existenciales tienen edad?

crisis existencial

La crisis existencial puede aparecer en cualquier momento de nuestra vida, no obstante, hay situaciones en las que se hacen más comunes: la pérdida de un empleo, una ruptura amorosa, un proceso migratorio, la muerte de un ser querido e incluso enfrentarse a nuevos retos profesionales.

 

Leer también sobre Huellas positivas

 

Como te he mencionado, pueden aparecer en cualquier etapa de la vida. No obstante, existen ocasiones donde se hacen presente por expectativas sociales a ciertas edades.

Crisis de los 20: a esta edad, luego de salir del bachillerato y adentrarnos en el siguiente paso académico, nos preguntamos ¿qué quiero? ¿de qué quiero vivir? ¿cuáles son mis talentos y capacidades? Estas interrogantes nos llevan a definir nuestro futuro por lo que es común experimentar cierta ansiedad al tomar tan cruciales decisiones.

 

Crisis de los 30: en este momento de la vida nos cuestionamos el tema de formar una familia. Nos preguntamos si nos acompañan las personas correctas o si tenemos amistades sinceras.

 

Crisis de los 40: a esta edad podemos cuestionarnos sobre nuestra productividad laboral, además la valoración que tienen otros sobre nuestro trabajo. Nos preguntamos ¿me siento pleno con lo que hago?También puede presentarse una evaluación de la vida llevada hasta ahora, ¿ha valido la pena? 

 

Asimismo, familiares cercanos como los padres, tíos y otros comienzan a fallecer, por lo que nos enfrentamos de cerca a circunstancias dolorosas que nos llevan a la crisis.

 

Crisis de los 50: comenzamos a cuestionarnos sobre nuestra existencia y la aproximación de la muerte. Sentimos temor e incertidumbre sobre cómo serán los últimos años de nuestra vida.

 

¿Cómo sobrellevar las crisis existenciales?

crisis existencial

 

Hasta este punto podríamos pensar que las crisis son lo peor que nos sucede, pero no, puede ser una oportunidad para replantearnos una mejor forma de vivir cada día. 

 

Somos seres que estamos en constante cambio y evolución, imagínate cuán aburrido sería el mundo si permanecieramos en el mismo estado, ¿no sería algo tedioso?

 

Por lo tanto las crisis vienen a transformarnos, e incluso a fortalecernos porque si la superamos adecuadamente seremos capaces de observar nuestro propio crecimiento y madurez. 

 

Al mismo tiempo es un momento donde podemos cuestionar nuestro sistema de creencias, opiniones, pensamientos y actitudes que no son funcionales o que han caducado. 

 

Por lo tanto, una de las recomendaciones que puedo brindarte es reconocer que las crisis existenciales son algo efímero, aunque no tienen una duración determinada, ten en cuenta que va a pasar. 

 

Leer también sobre Lealtades familiares

 

Pero si pasan meses, incluso años en esta situación te sugiero que asistas a terapia con un psicólogo. Quizás éste no responda a todos tus cuestionamientos, pero sí podrá orientarte en aquello que necesitas descubrir.

 

Pero cuando la crisis existencial no es bien resuelta puede desencadenar problemas mayores como frustración, tristeza o transformarse en algo más complejo como la depresión o trastorno de ansiedad.

 

Por último, no debes avergonzarte de tu situación, a todos se nos pueden venir a la mente esos cuestionamientos porque ninguno nació conociendo sus pasiones, su destino, entre otros. 

 

Post a Comment