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Laia Gimenez Jori

Ataque de pánico

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Ataque de pánico

Un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso que provoca reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente. Pueden provocar mucho miedo. Cuando se presenta un ataque de pánico puedes sentir que estás perdiendo el control, que tienes un ataque cardíaco o que vas a morir. Las sensaciones físicas de un ataque de pánico son:

 

Síntomas físicos de un ataque de pánico:

1.  Palpitaciones o taquicardia

2. Sudoración del cuerpo y sobretodo las manos

3. Calor en el cuerpo

4. Hormigueo en las extremidades

5. Debilidad muscular

6. Dificultad de respirar

7. Sensación de mareo y desvanecimiento

8. Sensación de peligro o fatalidad inminente

9. Temblores o sacudidas

10. Escalofríos

11. Náuseas

12. Dolor de pecho

13. Dolor de cabeza

14. Sentimientos de irrealidad o desconexión

 

El primer ataque de pánico

La primera o primeras veces que tienes un ataque de pánico es espontáneo y esporádico. Surge de “la nada”. Eso crea una sensación de impotencia y de indefensión brutal. La persona siente que pierde el control de su cuerpo y de su existencia. No entiende por qué le pasa, no sabe ni lo que le pasa. Entonces entran en acción los mecanismos de pensamiento ¿me volverá a pasar? ¿Y si me pasa cuando estoy sol@ y en la calle?  Y esos pensamientos, generan cortisol que es la hormona del estrés, y crean miedo en el cuerpo. El miedo recuerda a la sensación que se experimentó en los ataques de pánico.

Además, nuestro cuerpo son átomos que vibran en frecuencias concretas. Sabemos que CADA emoción vibra en una frecuencia. Y que según sientas o vibres vas a experimentar más de esa sensación. Por esto, cuando te anticipas a situaciones, cuando tienes miedo, sin darte cuenta estás provocando nuevos ataques de pánico futuros. Convirtiendo algo esporádico en algo aparentemente crónico.

ataque de panico

Psicoeducación

La ignorancia sobre el funcionamiento de tu cuerpo es otro punto que juega en contra. La psicoeducación es importante.

Cuando tienes un ataque de pánico, tu cuerpo siente que está ante una amenaza. No es real, pero tu cuerpo cree que sí. Entonces todos los síntomas tendrían sentido en un contexto de peligro real, por ejemplo, si te están persiguiendo para atacarte. La sangre se dirige hacia las extremidades, para que ataques, o huyas. Estas son las dos reacciones que permiten a tu sistema sobrevivir. Por eso el corazón necesita ir más rápido, de ahí las palpitaciones, para mandar sangre a las extremidades (de ahí el hormigueo en tus extremidades). Tampoco necesitas respirar mucho, necesitas aguantar el máximo para llenar tu organismo de fuerza. Esto explica que se dificulte la respiración.

Tú no ves el peligro real. Porque no existe. Y entonces, intentas respirar para sentirte con más seguridad. Pero tu cuerpo necesita un nivel de CO2 y Oxigeno similar. Cuando tu aumentas el oxigeno, de forma reiterada y superficial (como es una respiración estresada), entonces tu cuerpo cierra las compuertas porque necesita EQUILIBRAR tu organismo. Necesita más CO2. Por eso no puedes respirar. Entender esto es CRUCIAL. Porque así ves que

Tu cuerpo te está salvando

Tips ante un ataque de pánico:

1. Usa una bolsa de papel para respirar, la mascarilla (en proceso de pandemia) o las manos tapándote la cara. Esto ayuda a equilibrar el nivel de co2 del organismo, impidiendote que al respirar llenes el cuerpo con demasiado oxigeno.

2. En lugar de coger aire, saca. Haz lo contrario a lo que haces. Saca el aire lentamente, y coge el aire lentamente. Puedes soltar aire durante 6 segundos. Aguantar con los pulmones vacíos 2 segundos, y llenar durante 4 segundos. ESto ayudará a que te relajes rápidamente.

3. Repítete mentalmente que esto solo es ansiedad, que estás aprendiendo a controlarlo y que poco a poco vas a sentirte mejor. Las instrucciones que te dices, en el caso de los ataques de pánico son CRUCIALES. La mente manda información al cuerpo según las sustancias químicas que se generen. Si te dices “voy a morir” esto genera cortisol, hormona del estrés, que bloquea a tu cuerpo y lo estresa más, ante una posible situación de ataque que ya hemos visto que no es real. Si te dices “solo es ansiedad y voy a relajarme” las sustancias cambian, generando un nuevo estado con serotonina a muy pocas dosis inicialmente, pero que poco a poco va a ir relajando tu cuerpo.

4. Aprende a convertir a tu mente en tu aliada (puedes leer el artículo aquí). 

Las causas

Sin embargo, además de tener algunos tips de control de los síntomas, es indispensable averiguar qué situación estresante te ha causado los ataques de pánico. Aunque de la sensación que aparecen de la nada, tienen una causa. Esa causa no siempre es clara. Por eso precisamente el cuerpo expresa lo que tu mente todavía no ha desarrollado. Lo que pasa la mayoría de veces es que tu cuerpo intenta hablar contigo pero tu no le haces caso. Cuando pasa esto entre personas, una de las dos acostumbra a alzar la voz. Esto es lo que pasa exactamente con tu cuerpo. Te ha estado intentando decir algo pero no le has prestado atención, y ahora ya no puedes mirar hacia otro lado. Así que no veas los ataques o la ansiedad como un enemigo, sino como un amigo que está diciendote que cambies algo, que redirecciones algo. Vuélvete experto investigador de tus propios síntomas y si quieres ir más rápido, acude a un profesional.

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