EL Silencio como respuesta a la conexión interior
Vives en un mundo ruidoso, dónde todo lo que necesitas es para ayer, dónde es bien visto “no tener tiempo para nada” y dónde existen mil opciones para distraerte de tus preocupaciones y lo más agravante, de ti mism@.
Naces con 5 sentidos: La vista, el oído, el olfato, el tacto y el gusto. 5 Sentidos que te permiten establecer una conexión con el mundo, con tu entorno; y a través de estos sentidos percibes todo lo que te rodea. Esto hace que estés totalmente volcad@ al exterior, buscando respuestas para sentirte mejor, para sentir más adrenalina, para estar más en paz. Haces esto a través de las relaciones cuando esperas que ellos te hagan sentir más feliz o más tranquil@ o más confiad@. Haces esto cuando te distraes con mil actividades para evadirte de las preocupaciones y del contacto contigo mismo. Haces esto cuando escuchas música permanentemente (ojo y la música es un gran potenciador emociona:)), y cuando mantienes la TV encendida mientras estás en casa para sentire más acompañad@. Haces esto cuando escuchas la radio o ves telenoticias esperando estar totalmente conectado con el mundo exterior.
Y en todo este proceso te olvidas que así, no encontrarás tu paz interior.
En una sociedad superestimulada, es imposible pensar que a través de tanto estímulo puedas sentir la relajación que anhelas. Pero no te preocupes, te han educado como a todos, creyendo que tu mundo se relaciones exclusivamente con tus 5 sentidos. E aquí el error.
Existe el sexto sentido, llamado también intuición o instinto. Este instinto no se relaciona con ningún estímulo externo, sino que tiene que ver con la información que va más allá de ellos, tiene que ver con la información del campo cuántico. ¿No te ha pasado alguna vez que entras en una habitación y sientes que hay buena onda sin poderlo explicar? ¿o al revés, que llegas a un sitio y tienes ganas de irte cuanto antes? Esta información no la reciben ninguno de tus 5 sentidos, pues no puedes explicar tus sensaciones de ninguna manera racional o “aparentemente evidente”, pero tu intuición te ha dado una información que ha ido directamente a tu cerebro, concretamente a tu hipotálamo, esperando entonces que puedas atender a estas sensaciones y actuar en coherencia.
Sin embargo, en un mundo donde nos hemos olvidado de atender lo que percibimos o no vemos para hacer caso solamente a lo que podemos ver y tocar, seguramente obviarás estas sensaciones, dejándolas a un lado sin casi prestarles atención. Es posible también que esto te pase en diferentes áreas de tu vida, sin darte cuenta que atender a este sexto sentido, aprender a escucharlo, a potenciarlo, te puede llevar por un camino más grácil, más fácil, dónde puedas empezar a vivir fluyendo con la vida en lugar de con la sensación de esfuerzo constante.
La forma de atender y potenciar este sexto sentido, será contraria a la que atiendes los otros sentidos. En lugar de mirar al exterior, este sentido requiere que mires hacia el interior: en un estado de silencio, de reencuentro o descubrimiento contigo mismo. Puede ser paseando a solas, reflexionando en paz, en la playa a solas, en la naturaleza en general, o puede ser en actividades como la meditación profunda. Cuando meditas, cierras los ojos, y en este simple hecho yace la primera conexión con tu intuición, que no se ve, que no se toca ni se huele, solo se siente. Cerrando los ojos, cierras los receptores a los estímulos exteriores, el mundo desaparece para dejar paso a tu mundo interior y ahí empieza a surgir la magia: y tu intuición empezará a expresarse como un suspiro.
Solamente tienes que ser lo suficientemente valiente para adentrarte en un mundo desconocido que no te dejará indiferente, para descubrir tu Verdadero Yo.