La necesidad de aprobación
[vc_row][vc_column][vc_column_text]¿Qué es lo que hace que un adulto tenga la necesidad de aprobación?
Un niño tiene sentido porque no tiene muy claro lo que está bien y lo que está mal. Aprende a través de la interacción con los demás, y de la respuesta de su entorno. Sin embargo, a veces esas “correcciones” llegan con un “regalo extra”. Un regalo del estilo: “Si no te portas bien me enfadaré” “Si lo haces bien te daré un premio” “Cómo te has portado mal te quedas sin … “; éso sin contar las muestras de enfado o afecto que normalmente los padres muestran a los hijos en función de su comportamiento.
No estoy culpando a los padres. Ser padre o madre es tarea ardua. La verdad yo no sé cómo lo haría. Hay un valor enorme en ayudar a crecer a tus hijos, nutrirlos lo que buenamente uno puede y prepararlos para vivir una vida autosuficientes.
Lo que es bien sabido es que:
Puntos de interés en la educación familiar:
a) Los padres muchas veces repiten formas de educar que han recibido. Incluso sin quererlo. Forma parte de la información inconsciente que pasa de una generación a otra. Hasta que se hace consciente claro está, y se decide cambiar.
b) Los seres humanos nos relaciones a través de nuestras emociones, y éstas son consecuencia de nuestras carencias y plenitud. Éso quiere decir que los padres se relacionan con sus hijos también a través de sus carencias. No se puede dar lo que no se tiene.
c) La forma de relacionarnos con los demás es directamente proporcional a la relación que tenemos con nosotros mismos. Si somos MUY exigentes con nosotros y nos enfadamos cuando no nos salen las cosas bien o cuando no las hacemos correctamente (o lo que consideramos correcto desde nuestra perspectiva), ¿acaso esperamos mostrarnos o reaccionar diferente hacia nuestros hijos, quienes son lo más preciado de nuestro mundo? Queremos lo mejor para ellos, y esto tiene que ver con la forma en que los padres ven el mundo. Este es el tema.
d) El niño o niña muchas veces de pequeño no entiende la riña, solo entiende el enfado de sus progenitores o educadores. Solo percibe que cuando están enfadados se alejan y cuando están contentos se acercan. Entonces, ¿Qué tendré que hacer, como niño/a para que mi alrededor esté contento? Así modelan su actitud en muchas ocasiones para obtener el tan preciado premio:el Amor.
En fin… cuando nos hacemos adultos, llevamos grabado en la piel, como un tatuaje, que ciertas actitudes van a conllevar el beneplácito de nuestros padres y ciertas otras no. Al madurar y abrirnos a la sociedad, las personas con las que nos relacionamos son en cierta manera reflejos de nuestra relación con papá y mamá. Por éso en ciertas personas, existe una necesidad imperiosa de sentirse aprobado por las personas de su alrededor.
El adulto asocia la aprobación con el amor, con la buena imagen, con el camino correcto:
- Si hago lo que se espera de mí, me querrán
- Si hago lo que se considera correcto, me querrán o aceptarán
- Si los demás aprueban mis elecciones, es que lo estoy haciendo bien (no me estoy equivocando)
- Si me critican quiere decir que me he equivocado, que no gusto, que lo hago mal que no soy suficientemente bueno, que…
¡OJO!
Vamos a probar de cambiar un simple sujeto:
- Si hago lo que se espera de mí, me querré
- Si hago lo que se considera correcto, me querré o me aceptaré
¿Te resuena?
¿Entonces dónde está realmente el conflicto?
- En lo que esperan los demás
- En lo que espero yo de mí
- En buscar en mi conducta o la conducta ajena algo que me haga sentir bien, querid@, feliz, importante.
Bien, a todo esto, hay que considerar algunos puntos para poder empezar a salir de esta trampa.
Algunos comportamientos relacionados con la necesidad de aprobación:
- Complacer a las personas del entorno
- Dar consejos, intentar resolver los conflictos de los demás aunque no te lo pidan (por creer que esto forma parte de tu rol, responder a las expectativas)
- Decir sí cuando en realidad quieres decir que no
- No mojarte cuando te piden la opinión sobre algo o algún plan, ni a favor ni en contra o responder con un vago “vale…” cuando en el fondo sabes que no vas a hacer eso que te han pedido pero no quieres confrontarte con esa persona
- Intentar obtener y conseguir más para sentir que respondes a las expectativas de tu familia o de tu entorno (esto puede verse a través de incrementos salariales o de ingresos, éxito profesional, pero también personas que tienen familia e hijos porque toca, y no siempre porque es una decisión pensada desde el corazón).
Por otra parte, aquí te adjunto algunos tips o lo que llamos gotitas de consciencia (para ir abriendo nuestra consciencia poco a poco) que espero que te ayuden en la transmutación de todo esto.
Gotitas de Consciencia:
- Cuando hagas las cosas, pregúntate internamente si realmente quieres hacerlo. Si sale de ti. Si es algo que hace vibrar tu corazón o si es algo que está bien visto, bien valorado, reconocido, etc. Existe una gran falta de reconocimiento en esta sociedad que la gente intenta compensarla con logros profesionales. No digo que esos logros no sean bienvenidos. Pero el reconocimiento que necesitas es el de ti mismo/a. Re-Conocer, Re-cordar quien eres, Re-descubrirte. Verte. No a través de tus logros. Sino a través de tu alma.
- Relfexiona sobre este tipo de apego. El apego a la necesidad de aprobación es una atadura. Hasta ahora es reconocido el apego emocional, la dependencia, se han escrito miles de libros al respecto, la addicción emocional, a las drogas, a la comida compulsiva,etc. pero hay muchos tipos de apego. Y créeme nadie, nadie está libre de ellos todavía. Algún día hablaré más al respecto. Puede que tu apego sea a que los demás sean felices (a pesar de que tengas que sacrificar tu propia felicidad para ello), o tal vez el apego es a no se enfaden, te valoren, tengan una buena imagen de ti, el apego a lograr porque consideras que cuanto más logras más vales (!!!)… Reflexiona a qué sientes apego.
- Valora si en esta ocasión es interesante que priorices tu necesidad, tu deseo, y no el de los demás. A veces los demás no te exigen directamente nada, lo que acostumbra a pasar es que uno proyecta en los demás lo que cree que éstos espera de sí. ¿Complicado?
- Rétate: haz algo que sepas que no va a gustar a alguien que aprecies y te importe, pero hazlo de todo modos. Hazlo por ti, para salir de esa zona de confort y para empezar a amarte desde tu esencia, sin la necesidad de corresponder a un comportamiento determinado. (lee mi artículo hazte valer aquí para complementar la información)
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