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Laia Gimenez Jori

Discusiones en las relaciones de pareja

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Discusiones en las relaciones de pareja

 

En una relación de pareja es lógico que haya discusiones. Las diferencias de opinión son necesarias en cualquier relación, ya que esto muestra que cada miembro mantiene su individualidad.

Relaciones simbióticas

Recuerdo hace mucho tiempo una pareja que no discutía nunca. De hecho, descubrí que siempre se hacía lo que uno de los dos quería. Así es difícil discutir, si uno se somete voluntariamente y a veces sin ser consciente de ello, a los deseos de la pareja. Puede parecer que se trata de una pareja feliz, pero si rascas un poco te das cuenta que uno de los dos ha dejado de ser un ser individual, con sus propias opiniones para mimetizarse con su pareja. A esto se le llaman relaciones simbióticas.

 

Escalada Simétrica

Por otro lado encontramos relaciones en las que se producen discusiones de forma habitual. En este caso, ninguno de los dos quiere dar su brazo a torcer, y entienden las discusiones como un espacio donde pierden o ganan su poder en la relación. Tener razón se vuelve crucial para estas personas, y cada uno de ellos se encuentra en su mundo y valida sus puntos de vista como si fueran únicos y exclusivos. Ello puede llevar a discusiones que van en aumento: se llaman Escalada Simétrica. Estas discusiones en aumento pueden llegar rozar la violencia por ambas partes, darse empujones, romper cosas, porque en dicha escalada se ha pasado por los insultos y las faltas de respeto.

 

Entre estos dos polos opuestos anteriores podemos encontrar distintas versiones, personas que se aguantan sus opiniones por miedo a que la relación se perjudique, pero impidiendo que la pareja los ame y los conozca tal como son, personas que se alejan para no discutir, evadiendo circunstancias que podrían ayudar a crecer en la relación, personas que se recriminan constantemente, personas que manipulan haciendo sentir al otr@ culpable de la situación y/o consiguiendo que crea que es el/la culpable de la mala relación etc.

 

Sin embargo, ante cualquier relación de pareja es interesante conocer las formas óptimas en las que uno puede aprender a discutir.

Tipos de discusiones que favorecen relaciones sanas y amorosas:

  1. La discusión planificada

    Esto sucede cuando algo te molesta, pero decides que ése no es el mejor momento para solucionarlo. Puede ser porque estáis en una reunión con más personas, o porque la otra personas sientes que no está en su mejor momento, o por alguna otra razón. Así, determinas que respetas la relación y que la cuidas, y no te dejas llevar por la ira o el enfado del momento. También demuestras que tienes autocontrol y que eres capaz de gestionar tus propias emociones.

  2. La discusión empática

    Cuando se discute en este caso, se busca entender el punto de vista del otro, aprendiendo a ponerse en los zapatos de la pareja, ya que este es el camino más corto hacia el entendimiento. Discutir y defender las propias ideas o pensamientos sin agarrarse a ellos, sin cabezonería o sin rigidez, sino abiertos a nuevas posibilidades para encontrar el punto de entendimiento común que traerá una satisfacción en la pareja.

  3. La discusión clara

    Aquí los individuos dicen las cosas claramente, sin insinuaciones, ironías ni sarcasmos. Sin ignorar al otro ni sentirse dramáticamente ofendidos para conseguir un comportamiento del otro (lo cuál entraría en manipulación). En este tipo de discusiones se muestra que las personas tienen una comunicación abierta donde confían en sí mismos y en sentirse escuchados y donde abogan por la no necesidad de esconderse detrás de comportamientos dañinos ni tóxicos.

  4. La discusión con respeto

    Este tipo de discusiones se dan a pesar de que las personas sientan que no están de acuerdo o que su desacuerdo es gigantesco, a pesar de sorprenderse de la distancia emocional que se ha creado a raíz del problema o la discusión, pero nunca llevan esto al terreno personal con palabras hirientes que rebajen al otro y que le hagan sentir mal, ni a insultos ni otras faltas de respeto. Aunque no tengan ni idea de cómo solventar esta situación, mantienen un respeto acérrimo entre ellos.

 

Así pues, si discutes con tu pareja, ¡felicidades! esto es normal y además es bueno, la diferencia de opiniones enriquecen siempre una relación en la que se lleva a un crecimiento mútuo. Dejar de tener expectativas sobre el otro también ayuda y mucho! Puedes leer el artículo para saber más del tema aquí: Ahora bien, ocúpate de formar parte de las discusiones sanas para sentir que tu relación de pareja avanza y se afianza. Así demostráis tener una buena comunicación y una apertura emocional hacia el otro. Y si no fuera así, ocúpate de reconducir rápidamente tus discusiones aprendiendo a tener un mayor autocontrol emocional en cada una en dirección a una única meta: el entendimiento común.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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